16/12/06

Ho Ho Ho


En esos borneos que me doy por la blogoesfera he visto que ya se felicita la Navidad, y se crean post navideños:
  • Están los de siempre, de imagen nevada y clásicos de la Navidad como paz y amor y buenos deseos.
  • Los nostálgicos que se acuerdan de los juguetes de la infancia, el turrón de chocolate suchard, y las figuritas más o menos tradicionales del belén.
  • Y luego están los anti-navidad, feliz falsedad etc. que se declaran personas que la detestan, odian el consumismo de estas fechas, los juguetes, las luces y el espumillón (del turrón de chocolate no dicen nada).

Así que parece que se crean dos grupos blogoesféricos, a favor y en contra, que convergen, sin embargo, en dedicarle un post (aunque también están los que ignoran u omiten que estamos en Navidad, convirtiéndose así en blogs intemporales... como un buen fondo de armario).

Yo ya le he dedicado unas líneas (gracias a Ikea) allá por noviembre, así que me he adelantado a estas corrientes, y no voy a definirme, no voy a escribir un post sobre lo que me gusta de la Navidad y lo que detesto de ella, si abeto de plástico o belén, si papa noel o los reyes magos, si la gente compra de más o de menos, no, no lo voy hacer, lo adivináis solitos si tenéis interés, y si no, pues nada, que tampoco creo yo que sean tan importante, vamos.
Las navidades pueden ser felices, como cuando eras niño y te daban vacaciones sin cuaderno santillana por medio ni nada, y pueden ser tristes, como triste puede ser cualquier día del año.
Pero las penas con pan son menos, o con turrón, o como se quiera.

Todo lo que se puede decir a favor de la Navidad lo dice magistralmente, como siempre, un nuevo audio de Manuel Domínguez Guerra que nos ha regalado por navidad, y que yo, he intentado subir aquí, pero como soy un inútil tecnológica y además estoy haciendo la maleta para irme, pues no lo he conseguido, ni sé cómo funciona lo de castpost ni por qué no me deja entrar a la página (bueno sí lo sé, me dice algo así como "está todo copado, está todo copado"), así que vais a su blog: El-Caracol, y lo escuchais. Como poco, sonrisas os aseguro.
Ah, y esos mismos motivos que escucharéis sirven también para aquellos lectores que no soporten la Navidad, porque os recordará nuevos argumentos detestables que enumerar.


Todas las navidades me voy unos días fuera de la ciudad, cosas y compromisos de familia política, esas costumbres en pro de la equidad que te obligan a ir sorteando nochebuena aquí, nochevieja allá, y el año que viene igual pero al revés, lo típico y democrático que tira p'atrás de toda la vida. En fin, que abandono el mundo on-line unos días, pero volveré.

Mientras tanto: Feliz Navidad o Felices Compras o No sufrais mucho esta Navidad (que cada uno se aplique en cuento). Un beso a todos.

8/12/06

EL IMPUNTUAL


Mi amigo Rufus abusa de que la relación que me une con él es de sincera amistad... si fuese una relación sentimental se cuidaría más de no dejarme casi una hora plantada esperándolo. Para los incrédulos que penséis "Halaaa, la exagerada esta"... comprobado reloj en mano. Los dignos que penséis "Pues haberte ido"... os doy la razón, sólo un motivo de fuerza mayor me retenía ahí, pero tentada estuve, sobre todo tras la proposición de unos obreros que tomaban el aperitivo en una terraza, que alzaron la voz diciéndome "Si no viene... nosotros nos vamos contigo ande quieeeras ruuubia" (proposición de gran calado humorístico ya que soy morena, ironía nunca vista).

Pero resistí, y tuve tiempo para recordar y poner en práctica aquella frase, que para Rufus debe ser totalmente desconocida, de Nicolas Boileau "Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera".

Y es que lo que me irrita no es que la gente llegue tarde, porque todos podemos retrasarnos en algún momento, sobre todo si estámos bajo el yugo del transporte público, lo que me irrita es que siempre lleguen tarde aquellos que salen de su casa andandito y más aún, cuando quedamos en sitios de sobra conocidos para ellos y conocen a ciencia cierta cuanto van a tardar aproximadamente (conste que yo 5 minutos se los perdono hasta mi peor enemigo... 10 si es enemigo corriente).

Llegó un punto en el que ya sólo esperaba para oir la excusa, porque tenía que ser de record guiness, vamos, la excusa de todas las excusas... vino a ser la siguiente:

* Es que me ha llamado mi padre por si podía ayudarlo a cargar/descargar unas cosas del coche y pensé que sólo iba a retrasarme unos cinco o diez minutos más, pero al final ha sido más.


Es interesante que el avispado lector perciba, que ya de primeras, no le importaba dejarme plantada unos 5 o 10 minutos más... ¿por qué? Pues, reitero, porque me lo hace siempre.

En este punto, si de verdad fuese un "retraso" involuntario y no un hábito permanente de impuntualidad, toda una patología labrada tras años de esfuerzo, me mandaría un mensaje o me daría un toquecillo al móvil resumiendo "Oye, vete tú a hacer lo que tengas que hacer que me voy a retrasar y cuando llegue ya te llamo"... pero no, esto ni se le pasó por la cabeza..
Y allí estuve casi una hora esperando... cuando llegó, tras mostrar sutilmente mi enfado, insinúe que le iba a dedicar un post titulado "El impuntual", así en tono jocoso, pero la interpretó como una verdadera y temible posibilidad... así que lo que era una broma se convirtió en hipótesis, y de ahí a publicar el post... todo una.
Creo que pensaba que no era capaz... se equivocaba... aunque al final he sido buena, y no he hecho uso de la cruel venganza que tenía preparada. Porque en el fondo es mi mejor amigo, y espero, porque merece la pena hacerlo.